Esa Belleza Azul

Habían pasado un par de días desde que nos encontramos con aquellos bandoleros y tras un largo recorrer nos topamos con una de las magnificencias mas grandes que haya visto en mi vida, un gigante azul, por un momento creí que había sido hechizado por brujas para ver tal magnificencia, una belleza equiparable solo por la de mi bella damisela Dulcinea del Toboso. Pero luego pensé que tal belleza no podría venir por parte de brujas ni hechizos porque se veía pura y solemne tan era una vista tan tranquila que pude haberme quedado hay todo el día, y de hecho sentí que lo hice y a pesar de eso sentí que no fue suficiente. Que belleza ese gigante azul nunca en mi vida podre olvidarle. Pero bueno debíamos seguir en nuestro camino, en el camino nos topamos con unos amables caballeros los cuales nos invitaron tanto a Sancho como a mi a su casa en la ciudad. Uno de estos hombres se hacia llamar Antonio Moreno y me dijo que el era un buen amigo de Roque Guinart el líder de los bandoleros con los cuales me había topado en el bosque. Así que con mucho gusto acepte su invitación.