Un Impostor

Nuestro camino proseguía como de costumbre, cada día nos encontrábamos mas cerca de casa y mas cerca de poder volver a empuñar armas y salir del pueblo. Quien lo diría nisiquera he llegado a mi hogar y ya quiero volver a salir, aunque debo de admitir que un poco de nostalgia si siento. Pero bueno continuando en nuestro camino Sancho y yo decidimos detenernos en un Mesón muy cercano al Pueblo. Y lo que encontré ahí no lo puedo describir con palabras, era peor que cualquier hechizero, gigante con aspa o león, no creo haber visto peor cosa en toda mi vida. Se trataba de Alvaro de Tarfe... Así es me refiero a uno de los personajes de esa burla, del "libro" del Quijote de Avellaneda. Imagino que al vernos entrar nos reconoció instantáneamente pues tanta grandeza y porte es difícil de ignorar.Al verlo hice lo que cualquier hombre en mi posición habría hecho me dirigí hacia el y le obligué a que hiciese una declaración en la cual afirmara que el Quijote de Avellaneda es totalmente falso y que en el no hay nada mas que calumnias. Luegode esto Sancho y yo continuamos con nuestro camino. Una noche mas tarde desde la cima de una colina, finalmente pudimos observar algo que no observabamos ya hacia tiempo, me refiero a nuestro tranquilo pueblo.