Una Verdad que Duele

Nuestra estadía continuo en la casa de los Duques, tras un día lleno de aventuras finalmente llego la hora de dormir. Pero por alguna razón tanto Sancho como yo teníamos problemas para conciliar el sueño razón por la cual comenzamos a platicar hechizos y sobre las malignas bestias que los realizaban es decir los encantadores. Un poco mas tarde, a mitad de la noche Altisidora entro sin preámbulo y de golpe a mi habitación, y aunque por un año no sea yo caballero mis valores perseguirán al igual que mi amor por mi bella Dulcinea del Toboso, eso fue lo que le explique a la joven dama. Al oír mis palabras Altisidora enloqueció de repente, comenzó con habladurías inventadas. Que todo lo que había ocurrido aquella noche fue inventado y que era una simple actuación que en verdad ella nunca había estado enamorada de mi. Luego llegaron los Duques me imagino a ver que fue el escandalo, y ella seguía insultando y gritando improperios, llamándome feo y viejo. Pobre niña, en realidad si que estaba enamorada de mi, ni siquiera pude mencionar a mi bella Dulcinea sin que explotara, pero no es culpa suya es decir, quien no se va a enamorar de un caba.... excaballe..... bueno un nocaballero temporal como yo. Fue por eso que decidí que irme de ahí seria lo mejor para todos.