Pelea de Amigos

Mientras corríamos por nuestras vidas escapando de la turba enardecida de los rebuzneros no podía pensar en otra cosa mas que en que pudo haber pensado Sancho (si es que puede pensar algo) cuando hizo que nos persiguieran. Al cabo de un rato note que habían parado de perseguirnos razón por la cual nos detuvimos. Después de retomar el aire perdido a causa de la imprevista corrida me plante muy serio y hablé con Sancho con respecto a lo que había hecho. "Que estabas pensando al rebuznar al frente de esos recentidos" le pregunte yo, duró unos momentos sin decir nada hasta que respondió que por qué había durado tanto en ayudarlo y un caballero esta supuesto a proteger a su escudero con la vida. Y yo le respondí que muchas veces los escuderos tienen que encargarse de la situación para que finalmente los caballeros puedan derrotar al enemigo y ser los héroes. Luego de so hubo un gran silencio. Al tiempo Sancho me llego diciendo que era mejor si el se iba su casa y luego comenzó a hablar sobre deudas y dinero, al oír esto me enoje mucho primero porque donde esta el honor, segundo por la preocupación del dinero y tercero porque donde iba conseguir un escudero a estas alturas, razón por la cual comencé a gritarle todas las verdades que me había guardado con respecto a el hasta el momento . Le dije que era un asno y que nunca lo podría remediar, y que si quería continuar conmigo en esta aventura debía admitir que era una bestia y nada mas. Ya resignado Sancho con lágrimas en los ojos admitió que era un asno y que no tenia remedio. Dicho esto llegamos a la alameda y continuábamos con nuestro rombo a Zaragoza.