domingo, 6 de marzo de 2011
Burlas y Armas
Al llegar al pueblo me vi con la desaparición de encontrar a aquel hombre cuya promesa de contar su historia me debía. Buscar y buscar, eso fue lo que mi fiel escudero Sancho y yo hicimos durante un tiempo. Por alguna razón no había podido deshacerme de la intriga de dicha historia, razón por la cual mi alegría al encontrármelo. Sin mas preámbulo le pregunte sobre dicha historia y el hombre muy amablemente comienzo a contarla. La historia nos transporto a su pueblo natal donde él y junto con su amigo se fueron en busca de un asno el cual se había extrabiado. Estos dos se dirigieron al monte lugar donde se suponía estaba el asno. En su afán por encontrar al asno estos dos hombres comenzaron a rebuznar al igual que un asno y dividieron sus fuerzas para tener mas alcance y mayor oportunidad. El hombre contaba con detalle todo lo ocurrido y como se prestaba la confusión entre sus propios rebuznes. Finalmente encontraron a un asno que había sido devorado por los lobos. El asno se fue pero la anécdota quedó y se fue esparciendo y esparciendo cada vez mas. Hasta que finalmente todos los pueblos vecinos comenzaron a hacer mofa de dicha anécdota y se burlaban de sus habitantes al rebuznar cada vez que se topaban con alguno de ellos. Finalmente el hombre relataba que esas armas que cargaba eran para enfrentarse a aquellos burlones, los cuales habían ofendido a su pueblo. En ese momento un tal Maese Pedro quien decía ser un titerero,quien contaba gran variedad se historias además dijo algo sobre su mono que no recuerdo, de seguro no era importante.
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Capitulo 25
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